Al fin de la noche
Por Marcio Parks y Juan Cruz Molas y Molas
16/08/2018
SERGIO DOMINGUEZ
Las imágenes que sobreviven y el mundo de los necios que todo lo hace trizas, la oscuridad de la noche y el sonido de los árboles, en llamas, pidiendo a gritos que no llueva el ácido del olvido. Tu cara deformada y tu mirada triste entre los bares, dice que hubo un mundo entre los hombres, que nada tiene sentido, y una luz…en el desorden. Esto, entre muchas otras cosas hacen de la obra de Sergio Domínguez un cóctel tan violentamente dulce… como sensorial y adictivo.
Ni a Huxley se le hubiera ocurrido
Digamos que hay un proceso largo, no es que yo consigo este proyecto y lo desarrolló así, sino que son fotografías que tomé hace diez años cuando recién empezaba a hacer fotos, participaba de esos momentos como la reforma educativa, el acuartelamiento policial... y a fotografiar. Lo que hacía era guardar esas imágenes, no es que había una intención de proyecto, eran una consecuencia de estar ahí, presente. Era pesado, no sé si quería construir algo, o sea, agarrar la violencia… está presente en todos lados. Pasó el tiempo y empecé a trabajar con eso, con el archivo propio, y empezó lo del recorte, la búsqueda, la exploración, como una necesidad de sacar esos fantasmas que estaban, guardados. Y ahora, la actualidad política y la llegada de los gobiernos liberales a América, la necesidad de esa violencia que iba a reaparecer, entonces lo pensé como un futuro distópico, algo que estaba por venir, usar ese pasado para construir… y ya la realidad superó el proyecto, lo que pasó en diciembre de 2017, la violencia para transformar la política, pasa eso en América, desde siempre. Casi siempre se narra a América Latina a través de eso, se tracciona así, a lo cuetazo. Y después el odio y la contra violencia. Ahora la violencia esta sofisticada, es económica, a través de las redes sociales, la publicidad, es mucho más terrible. Un mecanismo perverso, creo que ni a Huxley se le hubiera ocurrido esto. Ahora está todo en evidencia, hace un tiempo estaba más solapado, el control y la manipulación de los medios masivos.
El Observador
La fotografía como lenguaje es compleja, no es como la escritura que es un sistema que está más estructurado, es difícil narrar, creo que uno narra con la posición del observador, a mi sinceramente no se me da bien la construcción narrativa, sino la acción y la interacción con otras personas, editores, amigos, y preguntar ¿qué estás viendo acá? Siempre la narración lo completa el observador. Yo tampoco creo que tiene la necesidad de ser muy claro, hay personas que me dicen yo no entiendo esto, y bueno, ya está… es más sensorial, prefiero eso. Cuando sale el recorte, vos imaginate este proceso, agarras una imagen que tiene una escena, las posibilidades de recorte se van a dar según el recortador, entonces estás buscando algo que tenes en la cabeza. Hay referencias, nunca quise relacionar esto con la pintura pero… Francis Bacon, Francisco de Goya, viste, la oscuridad, la deformación en los rostros que te cargan de tensión. Yo me acuerdo hace veinte años cuando llegué a Córdoba, nunca había visto una muestra de nada, soy de un pueblo de La Pampa, y en el Pabellón Argentina había una muestra de Dalí que no me gusto mucho, no sé, me dio lo mismo, y en el subsuelo había unos grabados de Goya… nunca había visto una cosa así, no pensé que se podía crear eso, quedé helado. Cuando uno recorta tenés eso en la cabeza. Las fotos, por más descriptivas que sean, siempre esconden algo.
Pensar el mundo
Me levanto, tomo unos mates, leo el diario, yo laburo de las clases, en el CEF (Centro de estudios fotográficos / Córdoba), no de la fotografía estrictamente, tengo la suerte de no tener que trabajar en periodismo, o hacer fotos de cumpleaños de 15, respeto muchísimo la gente que encara eso, eso es un fotógrafo de oficio, el tipo que tiene que hacer una foto de un Renault 12 que está a la venta, pero yo no puedo hacerlo, lo mío es como un anexo, es pensar el mundo, y en un momento encontré la fotografía para hacerlo. Me interesa el pensamiento, a veces me hastío de las imágenes y freno. No entiendo lo de salir a hacer fotos ¿a qué?, tenés que tener algo para decir. La fotografía como la conocemos no existe más, no sé, habría que inventarle un nombre, Joan Fontcuberta lo llama postfotografía, a partir de lo digital, las redes sociales, la manipulación de las imágenes. Por eso hay que adaptarse rápido, porque esto no frena más. Lo digital es una ola que pasa y da lo mismo todo. Antes el fotógrafo era como un obrero de la construcción. Me gusta lo de no ver la imagen, y no verla por un tiempo, empezas a construir, lo sentís en el disparo que algo sucedió, te imaginas cosas, la fascinación, lo increíble del acto fotográfico, no la imagen, la acción de saber mirar y decir…entendí un pedazo del mundo.
"Me interesa el pensamiento, a veces me hastío de las imágenes y freno. No entiendo lo de salir a hacer fotos ¿a qué?, tenés que tener algo para decir".
- Sergio Domínguez.
Reflexión
La fotografía como yo la pienso casi siempre es una acción política, todo lo fotografiado fueron momentos de toma de decisión y eso de por sí es un acto político, el hecho de estar y poner el cuerpo, sino te quedas en tu casa y lo ves por la tele. Hasta cuando no querés ser un ser político, lo estas siendo, a veces puede ser una acción poética, pero la poesía también es política, siempre hay una reflexión sobre la condición humana.
Mini-bio:
Sergio Dominguez nació en La Pampa, Argentina en 1979. Actualmente vive en la ciudad de Córdoba, Argentina. Desde el 2006 se dedica a la fotografía. Ha estudiado con distintos fotógrafos. Desde el 2010 es docente en el Centro de Estudios Fotográficos. En 2013 es seleccionado para el Premio de la UNC sobre la Fundación de Eva Perón y en 2016 para el Salón Ciudad de Córdoba. En 2014 es preseleccionado para el New York Times Lens Portfolio Review y para el 10° Paraty em Foco. En 2017 gana el visionado de portfolios del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso. Sus trabajos han sido exhibidos en la Bienal de Fotografía Documental de Tucumán 2012, en Fotograma 13 Bienal de Fotografía de Montevideo, en el Festival de Tiradentes 2015 y en 2017 en el 7mo Nano Festival.